¿Cuáles cree que son los límites dentro de la improvisación, piensa en reglas/patrones (por llamarlas de algún modo) prexistentes?
Cómo límite, podría pensar en esa imperfección en la ejecución. Cuando uno improvisa, está componiendo en tiempo real.  Construye una estructura, una forma y mientras eso sucede, uno se encuentra lidiando en todo momento con el error, con la sorpresa.
Esto convierte a la improvisación en una forma (no estilo) de hacer música que está más centrada en la interacción entre los músicos, que en un resultado absoluto y “perfecto”..
En realidad, creo que ese supuesto límite, es una de las cosas más increíbles que tiene esta manera de hacer música. Ese diálogo que se crea entre los músicos (o intento de diálogo), la necesidad de escucha ultra atenta, pero a la vez manteniendo una postura relajada, capaz de respuesta inmediata.
La escucha atenta como única regla. Si esto sucede, las decisiones que se tomen sobre lo que está sonando tendrán que ver con la personalidad del músico, y ahí sí que entramos en terreno del gusto.
Es necesario conocer los materiales con los que uno cuenta, estudiar el instrumento y sus capacidades, correr sus límites  y trabajar para conseguir la gimnasia de poder amoldarse y moldear.
Ver a la improvisación de manera abstracta a veces nos lleva a pensar en la consciencia real de ese tránsito, ¿qué tan consciente se es? ¿Cómo percibe el tiempo?
Trato de no pensar en lo que está sucediendo, si sobre-pienso, mi respuesta a los estímulos podría llegar tarde, o no llegar nunca.
Es importante conocer los propios materiales, que el trabajo pensante ocurra en una etapa previa, durante el estudio. Así, al escuchar atentamente, uno puede responder al instante, con sonido o silencio.
Se busca difuminar la frontera entre estímulo y respuesta. Ese momento en el que ambos se convierten en una sola cosa.
Con la experiencia, uno va adquiriendo mayor conciencia del tiempo, sin tener que estar tan pendiente de ello.
¿Dentro de las diferentes líneas en una improvisación tiende a buscar una línea de confort, una repetición? ¿Cuánto antes de variar cree haber pensado un línea?
Si estás realmente metido en lo que está pasando, es la propia música la que te marca el camino.
Pero no siempre es eso lo que ocurre, de pronto aparece la cabeza, razonando.
…y ahora que hacemos?
…cambiamos de material?
…rompemos con lo que suena?
…  o …  lo desarrollamos?
…nos estamos repitiendo?
La energía que se usa para responder a estas preguntas, es energía puesta en cualquier lugar menos en el que debería estar. ¿Cómo podemos encontrar una respuesta  si no estamos sintiendo la música en su total cabalidad?.
Es una lucha constante con la razón.
Así como la canción parece agotarse y resurgir en su forma. ¿Cree que la improvisación se agota en sí? ¿qué formas nuevas cree que le ha suministrado para componer?
Tan sólo se agota si el músico deja de buscar, si da por sentado un modo “correcto” de improvisar.
Uno, como persona, está en constante cambio. No se es el mismo que se fué ayer, ni  el que se será mañana.
Los gustos, el conocimiento, las experiencias, las ideas, incluso la salud, la edad, la rutina, todo está en constante movimiento. Es por eso que en constante movimiento está la música que sale de uno, es una imagen de lo que se es en un momento determinado.
Compongo muy poco, de cuando en cuando aparecen cosas breves que, así como son registradas, pasan al olvido. En mi caso lo compuesto va directamente relacionado con lo que improviso, solo que pasa por un filtro de pulido. Ambas maneras plasman las mismas inquietudes.
En un comienzo la búsqueda tuvo mucho énfasis en lo tímbrico, en el sonido en sí. En maneras de ampliar las capacidades de la guitarra, crear técnicas propias.  Hoy en día, a todo eso le sumó la búsqueda rítmica, desde la destreza técnica, y ampliación de vocabulario, hasta trabajar la convivencia entre esos mundos separados por dogmas de ciertas corrientes de la improvisación, el ruido, el silencio, la melodía y el ritmo.