Existe esa idea en los bajistas que dice “Son guitarristas devenidos a bajistas”, en tu caso ¿cómo fueron esas primeras instancias, los primeros acercamientos al instrumento?

Podríamos decir que es mi caso, supongo. Arranqué tocando la guitarra cuando tenía algunos pocos años, 11 o 12, básicamente porque era lo que había en mi casa; yo quería una batería pero por espacio y dinero era imposible. Cuestión que tocaba la guitarra y por cuestiones de azar entré a Mr Pissy a tocar el bajo. Cuando lo más cercano que había estado de uno era tocar tónicas de temas de Flema con la viola. Me prestaron un bajo (Gracias eternas, Pulpi) y ahí empezó todo. Al mes mis viejos me regalaron mi primer bajo que es un Squier P-Bass, posiblemente el mejor regalo que me podrían haber hecho. Nunca pude, por diferentes motivos, ponerme a estudiar bajo, por lo que tengo vacíos enormes, especialmente en la cuestión técnica de la ejecución, pero no es algo que me desviva, cuando algo me generó algún problema a la hora de tocar lo fui resolviendo con diferentes recursos que, a fin de cuentas, aportan a conseguir algo así como un sonido propio, con muchas comillas. Pasar de tocar la guitarra al bajo es raro, es un mundo totalmente diferente, no solo porque las dimensiones del instrumento cambian notablemente, sino porque las intenciones, lo que quieras decir con el bajo tenes que hacerlo con otro concepto, la guitarra chilla, ¿Cuándo querés llamar la atención con una guitarra qué haces? Le pones una distorsión brillante, tocas un solo a pura rabia y listo. Imposible de ignorar. Ahora, ¿Cómo haces eso con tu instrumento cuando estás marcando una base sin recargar exageradamente lo que estás tocando? Bueno… a veces la mejor forma de resaltar una base es haciéndola callarse; y eso es raro al principio, pero es cuestión de criterio, qué sé yo.

¿Compone desde el bajo?

Sí, pero no. En el caso de Moretones los temas suelen partir de riffs o ideas de guitarra o bien son cosas que surgen en ensayos. Ahora, en el ensayo puede ser desde algún ritmo de batería que nos gustó y lo usamos a una base de bajo, particularmente recuerdo que el estribillo de Horrible Voz donde las cosas salieron de bases de bajo; jugando o probando cosas. Ahora, para otros casos es diferente. Estoy armando unas canciones mías en este momento, por ejemplo, y ahí la propuesta no tiene nada que ver con Moretones. Busco algo más acústico y lo que hago es armar bases de guitarra sencillas para que el bajo camine con otra libertad en las composiciones. Disfruto mucho de escuchar líneas de bajo melódicas y en esto que estoy tratando de armar busco hacer algo así, entonces no compongo a partir del bajo en el sentido estricto, porque parto de una base de guitarra, pero la base de guitarra la pienso en función de que el bajo no tenga que llevar la cadencia, entonces se vuelve relativo. Pero a mi entender no es algo tan importante. Si hago esto es porque es la manera más práctica en la que puedo llegar a lo que busco (o acercarme a ello) y no porque parta de la premisa de “componer desde o para el bajo”, me gusta que las cosas que armo sean coherentes en sus partes, no destacar algo por capricho.

¿Cómo piensa en términos generales sus líneas de bajo, a partir de qué elementos, qué es lo que busca?

Es como te decía recién, lo primero que busco a la hora de armar algo es que sea coherente. En Moretones, las guitarras tienen un rol muy expresivo en los temas y no estoy hablando de los solos, sino en lo que podríamos llamar versos de los temas, por ponerle un nombre. Tomás hace una búsqueda en su sonido que requiere que tenga una cierta libertad a la hora de tocar para que esos matices sonoros que son tan característicos en el sonido de todo el disco, puedan desenvolverse. Entonces yo armo lo que toco a partir de esa premisa, que no es algo premeditado o consensuado de palabra con la banda sino mi forma de entender lo que hago en función de la propuesta. Entonces, retomando, si la guitarra necesita libertad para expresarse yo soy el que tiene que generar la constancia tonal junto a la constancia rítmica, que principalmente la está marcando la batería. Pero esta constancia a su vez tiene que tener su cuota de expresividad porque marcar únicamente tónicas generaría un vacío muy grande entre la guitarra y el bajo, es más lindo escuchar que los instrumentos dialogan que escucharlos competir.

Generalmente en las bases, cuando se repiten mucho en el tiempo generan una idea de pérdida de sentido ¿Cómo afronta ese desafío desde el bajo?

Pensando estrictamente en la música que hacemos, porque a diferentes propuestas les corresponden otros análisis entiendo a la monotonía como recurso excelente, pero como premisa se me hace muy pobre. Te tomo como ejemplo Squizomacho, la base es una progresión de tónicas y nada más durante todo el tema, pero la verdad es que el tema pide eso. En este caso lo reiterativo de la base acentúa otros mensajes que están en el tema, yo no entiendo la reiteración en el tiempo de una base como un problema. Me parece que si en una base reiterativa se genera una pérdida en el sentido de lo que estamos diciendo es porque nos estamos equivocando en lo que hay que hacer. Yo trato de hacer cosas que me gustan, es decir, que escucharía o viceversa.

La verdad que si estoy escuchando un tema y cuando voy por la mitad siento que se cae, ese tema no me va a gustar. Es tautológico, porque a nadie le gusta la música que no le gusta ¿Me explico? Si estás haciendo algo y lo escuchas y decís “es horrible” no lo haces. Entonces más que un desafío, que una base te suene reiterativa o no termina pasando de lo que vos querés de un tema, y muchas veces, puede ser algo relativo a lo que interpreta cada uno al escuchar un tema.

¿Cuál es su ideal sonoro de graves, a qué le hubiese gustado sonar (si es que tiene un referente)?

Referentes tengo muchos, pero nunca tuve la intención consciente de querer sonar como alguien, ni si quiera se me cruzó “yo quiero sonar así”. Cuando me regalaron el P-Bass si bien lo elegí, probé dos o tres bajos que el luthier del barrio (QUEPD Juan Magalú) me recomendó en la gama de precio que podía comprar. Me gustó más el P-Bass (a él también) y con ese bajo toco hasta el día de hoy. Pero no fue una elección en base a su sonido sino más de comodidad. Después, la distorsión que uso es una que ya tenía cuando tocaba la guitarra; la probé un día porque tiene un pequeño ecualizador y la verdad es que me gustó y nunca se me pasó por la cabeza cambiarla, ya lo conozco y me siento cómodo, puedo sacarle varios colores a pesar de no ser un equipo dedicado para bajo.

En fin, este es el sonido que me encontré, por decirlo de alguna manera. El P-Bass es un instrumento bastante versátil por tener un solo mic y la verdad que responde bien, pero ahora estaba en busca de un sonido más gordo y conseguí un Thunderbird. Me permite tener un componente en baja frecuencia mucho más presente y el sonido más brillante lo consigo con la distorsión. En función de los temas que tenemos para el segundo disco es un sonido que está mucho más adecuado a lo que tenía en mente al hacer las bases, pero entender qué es lo que estaba buscando fue un aprendizaje que se dio con la constancia de llevar ya 6 años ininterrumpidos con Moretones, que no es poca cosa, con un disco bajo el brazo, varios eps y tocando muchísimo. Como en el fútbol, lo que te da la experiencia para crecer es el roce y la única manera de crecer entonces es: hacer y tocar, tocar y hacer.