Folk

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  • Lou Baumann / Elefantelibre – Intimo

    Curiosa conjunción bien definida por el nombre del split :intimo, si ya de por si los arreglos acústicos logran darle un toque hogareño, la portada de la casa no es mas que la segunda pista. Baumman afirma que estas canciones fueron hechas ya hace unos años en la terraza de sus padres, pintando el escenario para temas confesionales cómo la mirada / bello calor o frases rotas.
    La grabación en comparación de otros de sus trabajos tiene un sonido de aire, un sabor a cinta puro del home recording. Además por primera vez escuchamos a Baumann con la armónica en cosas antiguas.
    La casa de elefante libre es mas abstracta, su estilo aquí lo convierte en una versión moderna y psicodelica de Tanguito. De hecho hay mucha hermandad al escucharlos, esa locura callejera y desprolija no se escapa de las canciones del cantante de Viajes. En temas de pocos minutos nos muestra un estilo distinto a su grupo Viajes o su otra faceta solista como Imaginación.Extraño encuentro este split, ahora aunque lanzado virtualmente por isla visión queda la duda si lo veremos en físico pronto.
    Por Jairo Manzur

  • Luis Baumann – Canciones eléctricas

    Luis Baumann, trabajador musical autogestivo de San Miguel, referente del “hacelo vos mismo” desde hace ya mucho tiempo, nos ofrece otro disco distinguible por su marca personal. En “Canciones Eléctricas” la humedad es significante y persigue un relajado vaivén, cansado y honesto. No hay fuegos especiales ni espaciales, ni movimientos extravagantes, ni sensacionalismo, sino expresiones sencillas y naturales remando. El color de cada canción se termina condicionado por su porcentaje de mugre (¿será cinta, será compresión?), que a lo largo del disco no creo que supere el 60%. Aquel filtro es el que amalgama toda la idea, todo el disco; como en la fotografía, la exposición. Todo aquello sumado a sabores musicales pesados y húmedos. Confiando en las capturas de los micrófonos, dejando cada elemento tal como es, descubierto. Esa al menos, es mi sensación. 11 temas y un gran cierre.

    Por Cristián Chavarri

  • Luis Baumann – Dibujos

    En todo cuerpo de obra que vale la pena explorar hay un punto de inflexión, a veces más delimitable que otras, en el que el creador se fuerza por confrontar la autoconciencia. En el caso de Baumann me animo a decir que se dio entre los lanzamientos de Estadía y el primer LP de Fusibles. Este es el momento que divide la tanda de grabaciones caseras (interesantes desde la óptica low fi) de un Luis criterioso y mucho más orientado en cuanto a búsqueda sonora y, calidad de grabación.

    Es luego de ese “click” cuando compone, interpreta y produce en su totalidad “Dibujos”, un Ep que a contracara de sus performances sonoras cuenta con seis ejercicios de forma dentro del marco folk, a la John Farey, pero en vez de ser testimonio de la discordia y el nihilismo de Washington D.C., evocan la calidez de los paisajes de Polvorines.

    La superposición de arpegios del track que bautiza el disco, sobre lo que parecen ser lápices o crayones, los rasgueos Fugazi sobre el ruido de la TV de “aun”, y el sonido de las chicharras del primer track, hábilmente titulado “chicharras”, sugieren esa intensión de paisaje color madera que supone conceptualmente el sencillo. Éstos junto con el último track, que aprovecha sonidos de calandrias y otras aves matinales, son los momentos más fuertes del disco.

    Veredicto: 3.5/5

    Por Pablo Manuel Lojo

  • Ululat – AVTVMN CVLT​ /​/ ​Ashes

    ———- Forwarded message ———-
    From: Victor Ever <jean_feracas@gmail.com>
    Date: 2013/2/11
    Subject: Espero que estés bien
    To: Germán Eyes <reyes@gmail.com>

     

    Escribirle a alguien que está en Estados Unidos es escribirle a Estados Unidos.

    Hemano, no sabés, me quedé con la curiosidad. Viste que el otro día que me comentabas de ese tal Prurient. Un demente, igualmente lo que tiene de loco lo tiene de talentoso. ¿Por qué hablamos con tanta facilidad de la locura, no? El primer error es pensar la locura desde la razón. Desde ahí para acá todo está mal. Te decía, lo estuve escuchando y pensé en vos. Me acordé de esa vez que habíamos fumado tanto yuyo que nos agarró dolor de cabeza. Nunca te lo dije, pero a mí ese día me había entrado una sensación de terror inmensa, capaz sólo estaba triste y se mezcló con todo. ¿Te acordás que el dolor no se iba con nada y nos preocupamos? Vos habías leído entre tanta poesía alguna revista o lo soñaste o lo inventaste (que es lo mismo), que el frio del metal ayudaba a calmarlo y fuiste a la cocina y agarraste el cuchilla y te ponías el palmo de la hoja en sien. Mientras te miraba, yo flashaba en ese punto exacto en el acercabas la cuchilla y se espejaban tus entradas en el filo. Asentar la hoja ¡qué alivio daba! Me sorprendió. Fue bueno que el frio que nos haya rescatado de esas alucinaciones. Y nada eso por Prurient, Swans y toda tu mierda.

    Desde que te fuiste sigo en la misma, las cosas están complicadas, pero seguimos. Mi contacto con el mundo es el radiograbador y los programas de la noche porque hay menos política. A veces viene la tía a visitarme, me pregunta siempre por vos. Escribile. Escucho los casettes que me dejaste, mucha poesía grabada, programas de radio viejos. La televisión desde que se apagó no volvió a encender.

    Te extraño mucho hermano, si hacés la diferencia veni a visitarme yo no creo que pueda ir.

    Abrazo

    G

  • Ululat – EBB

    Ululat se ramifica. Piensa en la colaboración como un camino para generar nuevas relaciones y que la obra de una sola cabeza no exista. En todo caso Mauri ve su propia obra de modo colectivo, en donde indirectamente muchas cabezas intervienen.

    EBB es el disco de la derecha. Sí, precisamente de la mano derecha con la que machaca cuerdas y cuerdas. Velocidad y motivos musicales tradicionales fuera de sí nos sorprenden ¿Acaso podrían ser melodías de cantos de tribus nórdicas? Pero no, San Justo otra vez. Precisión death metal.

    EBB es otro disco guitarrero que tiene la rara virtud de armonizar en la suciedad de los graves saturados de tanto gain, donde muchas veces las notas de los acordes se empastan tanto que se pierden. Incluso cuando arremeten las distorsiones, silban los acoples y el acorde queda desdibujado ante el brillo que nos impacta. Este efecto del sonido hace que nos lleguen como ondas, ráfagas de un solo instrumento. ¿Cuántas veces hemos acoplado con los graves?

    Sólo números titulan los tracks, en un disco breve o que se pasa rápido, no lo sabemos Lo que sí es que durante su transcurso la rapidez inicial se vuelve merma y el final relentiza el todo. Da la esa sensación que muchas veces tenemos en la vida: querer irnos y no encontrar el modo de despedirnos o peor aún, no querer despedirnos.

    Así cierra EBB, cálido y hondo, sentimental y algo tenso, como una caricia entre tanta fuerza inicial que permite hacernos pensar que por algún motivo extrañamos a alguien o a algo.

    Por Diazckovic

  • Ululat – Salton

    Salton es un disco que se presenta como un continuo a pesar de la heterogeneidad de las piezas que lo componen. No sólo el carácter sino la utilización de determinadas variables tímbricas (reverberación, acople, distorsión) y particularmente el uso de la profundidad contribuyen a esta continuidad. En el disco coexisten dos tipos de pieza formalmente diferentes: una en la que básicamente no hay estructura sintáctica o rítmica e incluso podría pensarse que por momentos los instrumentos se utilizan de forma mimética y otra, contrastante, con una estructura fuertemente repetitiva y pulsada (a veces con notables fluctuaciones del tempo) a partir de  la presencia de uno o más motivos en ostinato que sufren pequeñas variaciones; ambas intercaladas con fragmentos de diálogos de documentales sobre el Lago Salton. La pregunta pertinente resulta entonces cómo puede generarse interés o atención sostenidos en piezas con estas características y es justamente aquí donde radica el valor del trabajo del autor. Para acercarnos a una respuesta podemos retomar la idea de ambiente, como lugar en el que se está y cómo funciona la atención hacia lo que nos une este tipo de relación. El sonido de Salton es parcialmente evasivo, en el sentido de que repele la atención del oyente al mismo tiempo que la fija, suspendiendo por momentos la escucha; y es en este estado intermedio donde funciona la obra.

    Al escuchar Salton queda claro que las elecciones estéticas se sitúan precisamente en el margen de error de la tecnología (particularmente en el ámbito tímbrico) dan como resultado un sonido que se constituye en la yuxtaposición de las decisiones del compositor-músico y de las condiciones técnicas de los dispositivos puestos en juego. A partir de la generación de motivos que permanecen intactos al ser delegados al dispositivo tecnológico, las posibilidades de construcción de la obra se reducen notablemente (a la superposición, sucesión, supresión de estos o bien a cambios de intensidad o aplicación de variables tímbricas). Este proceso es parcialmente autónomo: condicionado pero generador. Apela a una idea de des-personalización de la música, a la capacidad de la música de auto-generarse.

    Por María Paz