Diazckovic´ – Imagen de repetición

voz trabajo máquina corazón
Dirías que ni bien empieza el disco oís las voces que en las fiestas, también, oís entreveradas a la música. Será que el gesto de este disco, o uno de los gestos por lo menos, es plantear un ligue entre en esos planos, que seguro reciben muchos nombres, además del de música y voz: fiesta y cotidianidad, baile y trabajo diario, novedad o emoción y máquina. Escucho techno, dice alguien en el álbum, y Luis Miguel.Si te fijás, igual, la articulación se da en un nivel concreto, material, más a la mano, y es el registro de lo público. El enlace entre puntos distantes, que en el disco une voces latinas, italianas, cantos de oriente, dicciones porteñas conmovidas o enconadas, el enlace se encarna en el transporte, y sobre todo en el transporte público.Pero claro: se trata de cosas concretas, y no hay transporte sin corte. El piquete, ya se sabe, vuelve a concentrarnos en el suelo, que hasta él se creía liso, soporte solo, y transmite el peso y el calor, el metal y el aluminio, a las voces que ahora interrumpen. ¿Y qué es lo que pide la interrupción? Prestar tu atención.

Más o menos así es el vaivén del álbum: te pide que vuelvas a escuchar, interrumpiendo, y te dona el pasaje deseado, cada día, del piso del trabajo a la chispa, o lo inédito. Si se quiere, entonces, es un disco en segunda persona, una especie de carta a la tele, sí, que hospedaba la imagen de repetición, pero también a vos, a mí, y a cualquiera, a la voz anónima, o sea a todos en lo público.

Gracias a su naturaleza colectiva, la música, la máquina y el corazón nos dan la posibilidad de sentir, dentro de la repetición, el paso de la diferencia feliz. Imagen de repetición, al igual que el corazón y la máquina, trabaja, repite, produce, de manera mecánica, de manera amorosa.

By Choqe__