Música Electrónica

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  • Nubes y agua turbia: Selección ambient Latinoamérica

    Este es el cielo de las ideas musicales de muchxs. Reales como el cemento, concretas como los puños, se edifican los sueños de algunxs latinoamericanxs. Sin otro límite más que levantar la mirada, la música cruza el aire y lxs aúna. La perspectiva desde dónde atesoramxs la luz configura una memoria tan imprecisa como la geografía. “Nubes y agua turbia” es en definitiva un golpe de vista con el que obsesivamente nxs detenemxs una vez más a mirar un mismo cielo.

     

  • Observatorio 51 – Digihouse

    Algo de la música house no va con la noche, esto no es en perjuicio de este estilo sino en favor del día y los jardines, del verde y del celeste. Creo que Observatorio 51 sugiere algo similar con la tapa de este tiempo extendido (EP). Quizás hasta el formato hace referencia al después (after) que empieza cuando termina la noche, que es cuando empieza el día, etcétera. Por supuesto, el día es oscuro porque todo lo malo esta cubierto de luz y se vuelve ineludible a los ojos. La música toma posición ideológica con esta decisión estética. Esta es la primera celebración y la segunda celebración se trata de la ejecución. El diseño del sonido y la arquitectura de los temas son lo mejor que pueden serlo porque se estiran desde los fundamentos hasta tocar las fronteras de este género histórico. Igual que las personas que estiran las patas para tocar el pastito (o la tierra, es lo mismo) después de bailar seis horas intoxicado por lo que le gusta, mientras sigue escuchando música y mirando fijo todo lo visiblemente malo del mundo.

    Por Gonzalo Duprat

  • Os apóstolos – Cidade

    Apuntes de escucha.

    Dos movimientos fundamentales: uno de índole horizontal, mutación y alteración; otro, sí, vertical, o más bien centrípeto, que procede por contracción y montaje. […]
    Hay, por un lado, una progresión; se parte de un principio espeso pero poco, no se alcanza una naturaleza viscosa. La indefinición, si alude al orden del misterio, lo hace por lo que él tiene de desprendimiento reticente, de cautela pero también de acecho.
    Ráfagas de sonidos aislados, serpenteantes, que atraviesan una base constante. La percusión reenvía a una puntuación litúrgica.
    En O bloco danca, momento bisagra, la transición tiende a comprimirse en beneficio de una ligera brusquedad. La velocidad e intensidad crecientes son correlativas de sonidos más nítidos en la medida en que son metálicos.
    Pero el acero, en la caja de resonancia del oído, se diluye, o perfora, en todo caso entra en una convivencia áspera, no homologable, con todo ese asedio ancestral, selvático, reptante.
    El vacío en la armonía de Cidade, entonces, obedece a una superposición. A una cruza, mejor, de instancias distantes… ese enjambre de cables flanqueando, gruesas, las raíces del árbol milenario … lo silente, al mediodía, que destila algún núcleo de la ciudad de San Pablo.

    By Francisco Diez

  • Paraíso Inestable – Pág. 6

    Mugre, confusión, relajo, distorsión, ritmo…

  • Praga – Deseo

    Apoyada en la sal
    Apoyada en las estrellas
    Apoyada en la luna
    Apoyada
    En todo tipo de drogasPor Diego Nochero

     

  • Praga – Loop Tapes

    Un artículo interesante en la web que arroja un dato nerd que desconocías sobre una banda súper menor de la escena de new york. El imperativo es casi automático (aunque no sea un imperativo), un susurro: marcar como favoritos. Clic. Abrir una nueva pestaña y pensás, deberían darme una opción de- Abrir una nueva vida. Te reís. Volvés al blanco sobre negro del papel mal quemado de las fotocopias. No hay concentración. Releés el dato nerd sobre la banda súper menor de la escena de new york. ¡Vale la pena tenerlo! Realmente es algo que no sabías y confirma tu hipótesis de que tal con tal estuvieron vinculados y seguro se conocían. Revisas los favoritos. Hay mucha mierda. Ni la fotocopia, ni los marcadores (pueden ser con los que resaltas el texto o aludir a los electrónicos), ni la nueva vida son posibles.

    Repetición y más repetición. Boedo y la única salida es imaginaria, creativa y sonora. Nueva York se vuelve casi una compulsión. Pensás frases en español con la sintaxis en inglés y a veces, en viceversa. Habitaciones, nicotina, birra, café azucarado, chicles. Otra vez a empezar de nuevo. Lo extraño de esta repetición es que para salir de ella encontrás como punto de fuga un nuevo loop.

    Abris The Loop Tapes y no das play. Antes de eso te cercioraste que no te falte ningún disco de la discografía de Sonic Youth, están todos y en orden, no? Ahora sí, play al Loop.

    Por Joaquín Diazckovic

  • Praga – Restos de Praga

    ceroochocientospraga (0800praga) es un número particular que marcamos y al escuchar detrás del teléfono encontramos variados discursos musicales interpretando estructuras electrónicas.
    Las ideas, eso que sucede a lo largo de sus composiciones son compuestas con su computadora haciendo uso de la ocurrencia y exploración de cada parámetro de edición.
    Lo interesante de esta linea “free” son las variaciones tímbricas y su facil asociación cultural que dispara un imaginario oriental o ecuatorial al escuchar cada una de las muestras que destacamos.

  • SHIITAKE – tribu mental

    Un cielo repleto de diarios como estrellado. Podrá ser un cuento en proporción al tiempo y la cantidad de letras desplegadas en ese cielo-colapso. Hay sueños y en ellos existe una represión sin armas, como un bloqueo sobre el alarido al aire que disfraza las historias y se expande en las aguas. Cada interpretación está sujeta a la persona que la recobra, la olvida, la modifica… Una destrucción ambiciosa en el lago de las palabras de los sueños. Destrucción en una tribu mental y en las estrellas. La destrucción es muy fuerte en cada tono.

    Reseña por Anahí & Piyi

  • Symi – CR 350

    CR-350: Un viaje chamánico en el sueño de un bosque digital

    Describir la música es una tarea de imaginación y alquimia. Escuchamos y nos obligamos a pensar todo aquello que la música no re-presenta, sino que presenta. Así, pura y llanamente, como dijo Schopenahuer, la música es la representación objetiva de la voluntad del mundo. ¿Qué mundo nos presenta CR350? Transformemos el track en una ficción. Pensemos velocidad, texturas, intensidad, profundidad, ritmo como la composición de una imagen en movimiento.

    Symi, responsable de este disco, construye un paisaje sonoro con algunas reminiscencias del sello Traum Schallplatten. La profundidad del sonido remite a un espacio abierto y lleno de aire. La melodía y los sintetizadores agudos, que van tomando más presencia paulatinamente a lo largo de la composición, producen un despegue, como si el viaje se separará poco a poco del suelo rítmico para mantenerse jugando en lo alto como un cielo plagado de infinitas bandadas de pájaros cantores. Ese vuelo toma velocidad y se despliega cada vez más, con más texturas, hasta que se introduce una interferencia. Hay turbulencia en el viaje. El bosque digital colapsa en un vértigo que acelera con la ferocidad de un auto al límite o un motor de avión exigido. Pero de pronto, la calma, una descomposición sonora que abre paso a una nueva transición. Volvemos a los sonidos más graves, a una búsqueda terrena entre árboles, con oscuridad y sigilo. Se activa una paranoia salvaje, la atención despierta al cambio de clima, al más pequeño indicio de alteración en el aire. De pronto el terreno se abre y volvemos a divisar la profundidad, el cielo abierto, pero en un ocaso melancólico que nos va llamando de a poco. El disco concluye, finalmente, como un resto diurno de una cacería salvaje, donde los sonidos y las voces oídas se escapan poco a poco de nuestra percepción, fugaces, para traernos, nuevamente, al silencio de la vigilia.

    Por Alan Ojeda